Escrutinio post-electoral

Congreso de bolsillo

Los vivas de Uribe en las propagandas del Partido de la U y su voz milagrosa en la publicidad del Partido Conservador, Cambio (ja, ja) Radical (ja, ja, ja), Colombia Democrática (reírse aquí ya sería de mal gusto) y Alas-Equipo Colombia hicieron su esperada transustanciación en muchos voticos y 61 curules para el uribismo. Y si contamos las siete curules de Convergencia Narcoparaciudadana y las dos de Muerte a Colombia (perdón, Colombia Viva, con Habib Merheg y Dieb Maloof), uribistas extraoficiales, Álvaro Uribe se pondría la banda tricolor el próximo 7 de agosto ante una mayoría de senadores de bolsillo.

La oposición quedó en manos de 17 senadores del Partido Liberal, 11 del Polo Democrático y dos de los indígenas (cuyas elecciones deberán repetirse, ya que el voto en blanco superó la mitad más uno de los votos). También llegaron Alexandra Moreno Piraquive y Manuel Antonio Virgüez del movimiento cristiano MIRA, quienes tienen más en común con el uribismo, sobre todo en temas de libertad individual, que con la oposición.

Lastimosamente, se quemaron los Visionarios con Antanas Mockus (que no lograron una sola curul en el Senado ni en la Cámara) y la lista de Peñalosa (que sólo consiguió sentar a David Luna en la Cámara por Bogotá). Pero para recordarnos que no todo está perdido, Dejen Jugar al Moreno tampoco pasó el umbral: Carlos Moreno de Caro tendrá que llevar sus payasadas, su oportunismo y su politiquería fuera del Capitolio y Rocío Arias deberá buscar otro recinto para ejercer su "martirio" pro paramilitar. Tampoco clasificaron Eleonora Pineda, Vicente Blel y Muriel Benito-Revollo, entre otros cuantos amigos de los 'paras'.

La Cámara también quedó en manos del uribismo, aunque en menor medida que el Senado. La curul de los colombianos en el exterior quedó en manos de Manuel José Vives, de La U, visto por quienes lo apoyan como un hombre de mentalidad independiente y por otros como un oportunista que se opuso a Uribe hasta que le otorgaron el aval que en últimas lo llevó al triunfo. En segundo lugar quedó Patricia García, de MIRA, demostrando el poderío de su maquinaria cristiana y asustando a más de un librepensador tras barrer en los puestos de votación de Europa.

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Polo positivo y liberalismo resignado

Quedó definida la terna de candidatos presidenciales, con el triunfo de Horacio Serpa en la consulta liberal y de Carlos Gaviria en la del Polo. Bien por Gaviria, un verdadero demócrata de trayectoria intachable. Con él en la contienda, el cuento de "si no es Uribe, entonces quién" se queda sin piso.

Sobre Serpa no queda nada nuevo que decir; si no fuera por los alentadores resultados de Rafael Pardo y Rodrigo Rivera, quienes se perfilan desde ya como presidenciables para 2010, su inevitable derrota en mayo próximo dejaría al Partido Liberal prácticamente a merced de seudo-liberales como Germán Vargas Lleras y Juan Manuel Santos.


Abstención: pereza, irresponsabilidad y sistema obsoleto

Lo más desastroso de la jornada electoral fue el tradicional abstencionismo, que en esta ocasión superó el 60%. Sigue siendo obvio que la mayoría de la población habilitada para votar no conoce el valor del voto en una sociedad supuestamente democrática ni entiende la importancia de las elecciones legislativas.

Y la comunidad colombiana en el exterior volvió a hacer evidente su responsabilidad en el círculo vicioso que la mantiene abandonada por el Estado a pesar de su inmensa contribución a la economía nacional en forma de remesas. Se supone que somos más de 5 millones, y sólo se depositaron 39.343 votos para el Senado (de menos de 200 mil posibles). Con una abstención de más del 80%, parecería poco serio pedir más representación para los colombianos en el exterior en el Congreso.

Pero, al mismo tiempo, parte de esta responsabilidad recae en el Estado colombiano. Los procesos de inscripción de cédulas y de votación son extremadamente imprácticos además de poco publicitados. Para participar en las elecciones, un colombiano de Pittsburg (Pensilvania, EE.UU.) debe hacer un viaje de más de 5 horas a una agencia de envíos y giros en un vecindario poco recomendable de Filadelfia para inscribir su cédula, y luego repetir el paseo el día de las elecciones.

Una solución podría ser la instauración de un mecanismo de voto por correo basado en el sistema de "papeletas de ausentes" (absentee ballots, en inglés) que se ha utilizado por décadas en Estados Unidos. El votante, una vez registrado, podría pedir el tarjetón por teléfono o por Internet a su consulado para se lo envíen por correo a su lugar de residencia, y luego el votante lo devolvería al consulado con su voto marcado.

Sin embargo, para garantizar la transparencia de un proceso como éste, sería necesario reformar a fondo el servicio diplomático, empezando por prohibir los nombramientos de funcionarios por conveniencia política —y también ayudaría que en consulados como el de Washington D.C. contestaran el teléfono de vez en cuando—. Y para impulsar con éxito reformas con dientes en este sentido necesitaríamos más que un solo representante a la Cámara. Pero con nuestra poca participación, ínfima aun teniendo en cuenta las limitaciones de la comunidad, quedamos con muy poca autoridad moral para pedir reformas.

En todo caso, la responsabilidad de impulsar proyectos para incentivar la participación de la comunidad residente en el exterior queda en manos de Manuel José Vives, nuevo representante de la diáspora colombiana en el Congreso.


Y ahora, las presidenciales

Aunque Uribe quedó más que reforzado con su victoria del domingo, el triunfo de Carlos Gaviria en la consulta del Polo abre la posibilidad de que se den debates ideológicos serios y de altura. Esto depende del despliegue que le den los medios a la campaña y a las propuestas de Gaviria y del camino que escojan los estrategas de Uribe para enfrentar al candidato del Polo: ¿se limitarán a estigmatizar su figura y llamarle comunista, o permitirán que se lleve a cabo un debate de ideas?

Habrá que ver cómo intentará Serpa obtener el apoyo de quienes votaron por Pardo y Rivera, qué camino tomará Mockus —sería bien interesante que adhiriera a Carlos Gaviria para darle un toque más realista a la plataforma económica de éste— y con qué saldrán Álvaro Leyva y Enrique Parejo.

Y ojalá la opinión pública le ponga más atención al debate que a las santas encuestas.

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Desde el pasado lunes 13 de marzo hasta el próximo 3 de abril estarán abiertas las inscripciones de cédulas en todo el mundo para quienes quieran votar en las elecciones presidenciales. Encuentre más información en Democracia a distancia.