Primeros pensamientos sobre la reelección
El proyecto de reelección pasó el examen de la Corte Constitucional (nota de El Tiempo), pero la incertidumbre continúa hasta que la Corte se vuelva a pronunciar el 11 de noviembre a propósito de la ley de garantías electorales, que pondría a los demás candidatos en menos desigualdad de condiciones con el Presidente-candidato.
Si la ley de garantías es aprobada, Uribe podrá ser candidato en las elecciones de 2006; si la Corte la declara inconstitucional o la devuelve al Congreso para ser enmendada y no alcanza a estar lista, Uribe no se podrá presentar en los comicios —en principio—.
En fin, lo más probable es que Uribe sea candidato, lo cual significa a la vez un nuevo privilegio y un desafío para el pueblo colombiano: tendremos la opción de reelegir a un líder cuyas cualidades de liderazgo y carácter luchador conocemos, y, junto con ella, la responsabilidad de decidir si estas características son suficientes para merecerle cuatro años más o si hay opciones mejores.
Hay que esperar que Uribe cumpla su palabra de respetar a los demás candidatos y que no se deje “tentar por las vanidades”, como él mismo lo prometió (declaraciones de Uribe en el SNE). Y de los demás candidatos se debe exigir que presenten programas serios y organizados y que no se limiten a ser antiuribistas. Mejor dicho, tanto Uribe como sus contendores deben demostrar que merecen gobernar a Colombia de 2006 a 2010, y el debate debe ser de argumentos y no de insultos. Soñar no cuesta nada...
(...esto no termina aquí...)
Si la ley de garantías es aprobada, Uribe podrá ser candidato en las elecciones de 2006; si la Corte la declara inconstitucional o la devuelve al Congreso para ser enmendada y no alcanza a estar lista, Uribe no se podrá presentar en los comicios —en principio—.
En fin, lo más probable es que Uribe sea candidato, lo cual significa a la vez un nuevo privilegio y un desafío para el pueblo colombiano: tendremos la opción de reelegir a un líder cuyas cualidades de liderazgo y carácter luchador conocemos, y, junto con ella, la responsabilidad de decidir si estas características son suficientes para merecerle cuatro años más o si hay opciones mejores.
Hay que esperar que Uribe cumpla su palabra de respetar a los demás candidatos y que no se deje “tentar por las vanidades”, como él mismo lo prometió (declaraciones de Uribe en el SNE). Y de los demás candidatos se debe exigir que presenten programas serios y organizados y que no se limiten a ser antiuribistas. Mejor dicho, tanto Uribe como sus contendores deben demostrar que merecen gobernar a Colombia de 2006 a 2010, y el debate debe ser de argumentos y no de insultos. Soñar no cuesta nada...
(...esto no termina aquí...)
Etiquetas: política
1 Comments:
At 8:55 PM, Yo Bailo Sola said…
Preguntas.
Y si no es Uribe, quién?
El experimento "Uribe", muy malo, o muy malo el "Uribe"? Quién se anima a ponerse los pantalones (o ojalá la falda) en el puesto y llama a cada criminal por su nombre?
Que tire la primera piedra al que nunca se le hayan subido los humos ... pero, caramba, qué a este tipo SI le importa lo que le pasa a nuestra Colombia (del sagrado corazon, como decía mi abuelita) Por lo menos Uribe piensa y sabe hablar solito, no como unos bushinos que he oido por ahí ...
Mas vale malo conocido que malo por conocer??
Qué presidente en la historia de Colombia resulto siendo más popular al final de su mandato que cuando comenzó?
Y bueno, la popularidad vuelve con los años, o no? Ser(p)a?
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